En los últimos meses, el sistema portuario de Estados Unidos ha enfrentado tensiones laborales significativas que amenazan con desestabilizar aún más las cadenas de suministro globales.
En octubre de 2024, la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) y la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX) luego de la huelga de estibadores, lograron un acuerdo temporal para extender su contrato vigente hasta mediados de enero de 2025, esto puso fin a una huelga que paralizó las operaciones durante tres días. Sin embargo, la posibilidad de una nueva huelga en enero de 2025 mantiene a los sectores económicos en alerta. Las negociaciones en curso entre la International Longshoremen’s Association (ILA) y la United States Maritime Alliance, Ltd. (USMX) podrían no resolverse antes de la fecha límite extendida, (15 de enero de 2025), lo que podría derivar en huelgas portuarias. Aunque se ha alcanzado un acuerdo tentativo sobre salarios, las discusiones relacionadas con la automatización continúan.
En caso de que se produzcan huelgas portuarias, se podría generar demoras en los tiempos de tránsito, afectando las fechas estimadas de entrega de la carga y afectaciones en productos perecederos.
Las navieras han notificado recargo por huelga de ILA de $1.000 USD a $2.000 USD para carga contenerizada que se traslada hacia o desde los puertos de la costa este de EE. UU. o el golfo de EE. UU, entrará en vigencia a partir del 10 de enero de 2025 hasta nuevo aviso, debido a posibles interrupciones.
Este recargo se aplica como resultado de los costes y gastos adicionales para las navieras causados por una huelga, un paro laboral, una ralentización del trabajo u otras interrupciones laborales de las operaciones en los puertos de la costa este de EE.UU. y del Golfo de EE.UU. y las posibles congestiones debidas a dicha interrupción.
Impacto económico estimado
El precedente histórico es alarmante. Una huelga portuaria en 2002 costó a la economía estadounidense cerca de 1.000 millones de dólares diarios, y la recuperación tomó más de seis meses. Según estimaciones de JPMorgan Chase, el costo de una huelga del ILA en la actualidad podría alcanzar entre 3.800 y 4.500 millones de dólares diarios, dado el volumen de comercio internacional que manejan los puertos estadounidenses.
Además, un análisis reciente de MITRE Corporation desglosó los impactos potenciales de una paralización de 30 días en los principales puertos del país:
Nueva York/Nueva Jersey: pérdidas de 640 millones de dólares diarios.
Virginia: 600 millones de dólares diarios.
Houston: pérdidas estimadas en 51 millones de dólares en exportaciones y 41,5 millones en importaciones cada día.
El efecto dominó en las cadenas de suministro también es preocupante. Escasez de productos esenciales como alimentos, ropa y electrodomésticos podría aumentar los precios para los consumidores y crear cuellos de botella logísticos que tardarían meses en resolverse.
Impacto en las pequeñas empresas
Las pequeñas empresas, que ya operan bajo la presión de márgenes estrechos, costos inflacionarios elevados y un mercado laboral restringido, serían especialmente vulnerables. Estas empresas suelen depender de cadenas de suministro eficientes para mantener sus operaciones, y una huelga prolongada podría forzarlas a cerrar o a reducir sus actividades.
Desafíos de infraestructura y modernización
Más allá de las huelgas, Estados Unidos enfrenta retos estructurales en sus puertos. Según expertos, los puertos estadounidenses se encuentran entre los menos productivos del mundo debido a la falta de inversión en infraestructuras y tecnología. Mientras otros países han adoptado tecnologías avanzadas para mejorar la eficiencia, la ILA ha resistido iniciativas de modernización, argumentando que podrían poner en riesgo los empleos de sus afiliados.
No obstante, el contrato actual ya contempla la semiautomatización sin eliminar puestos de trabajo ni reducir horas laborales, lo que pone de manifiesto una brecha entre la necesidad de modernización y las preocupaciones laborales.
Preocupaciones globales
La posibilidad de una segunda huelga no solo afecta a Estados Unidos. La dependencia del país en la importación de bienes críticos y su papel como epicentro comercial hacen que una interrupción en sus puertos tenga repercusiones internacionales, incluyendo en países como Colombia, que exporta productos agrícolas y manufacturados a través de los puertos del Golfo y la costa este de Estados Unidos. Las exportaciones de frutas, por ejemplo, podrían enfrentar demoras, incrementando los costos logísticos y afectando la competitividad de los exportadores colombianos.
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