El cambio climático está amenazando la ruta por la que cruzan miles de barcos en el Canal de Panamá, entre ellos los buques gaseros y petroleros. Cada vez que se abren las esclusas del canal se mueven millones de litros de agua dulce. Pero se está observando una disminución en las precipitaciones de América Central. Lo que significa menos agua para el canal y que los grandes barcos están teniendo cada vez más dificultades para pasar.
Por la sequía en el Canal de Panamá, se endurecieron nuevamente las restricciones, obligando a los buques portacontenedores a aligerar sus cargas y pagar tarifas más altas, lo cual se espera un aumento en los cotos de envío de carga impactando al comercio internacional.
Desde 1914, el Canal de Panamá ha conectado el océano Atlántico con el océano Pacífico, de manera que los buques de carga no deben rodear todo el continente americano. Este cambio redujo el tiempo de transporte entre los dos océanos de dos semanas a aproximadamente 10 horas, lo que a su vez redujo los costos para el comercio internacional.
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Los buques más grandes tendrán que reducir su mercancía, transportando menos o reduciendo el peso de sus cargamentos a partir del 24 de mayo, seguido de otra disminución que comenzará el 29 de mayo.
Algunos de los principales transportistas marítimos también han anunció nuevas tarifas para los bienes enviados en la ruta a partir del 1 de junio en respuesta a las restricciones del canal.
Es probable que estas medidas resulten en demoras y costos más altos para los bienes que se envían a través del canal, que generalmente ve pasar 5% del comercio marítimo mundial anual a través de sus esclusas.
El Canal de Panamá funciona sobre la base del sistema de esclusas que permite el paso de buques entre zonas que se encuentran a diferentes altitudes sobre el nivel del mar.
El Comercio Internacional
El Canal de Panamá conecta el Océano Atlántico con el Pacífico. Su creación fue una gran ayuda para el transporte marítimo mundial. Antes de que se completara el canal, un barco tenía que viajar por el extremo sur de América del Sur, una ruta mucho más larga y peligrosa.
Ahora, la Autoridad del Canal de Panamá pronostica un nivel de agua de 23,86 metros para el 31 de julio, superando el mínimo histórico anterior de 23,87 metros alcanzado en mayo de 2016 y muy por debajo de la media de los últimos cinco años, que fue de 25,87 metros.
Para empeorar las cosas, se está formando un nuevo fenómeno “El Niño” en el Océano Pacífico occidental y se espera que altere los patrones climáticos normales para finales de este año. Si bien esto puede causar fuertes lluvias en algunas regiones, en Panamá generalmente significa sequía severa y temperaturas más altas de lo normal.
Para cumplir con los límites, los barcos grandes deben aligerar sus cargas tomando menos contenedores en total o dividiendo la misma cantidad de carga entre más contenedores. De cualquier manera, el resultado son precios más altos para las mercancías que se mueven a través del canal. Y esto se trasladará, sin lugar a duda, a los precios finales de los productos.
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