Los bombardeos también estuvieron dirigidos a otros objetivos militares como infraestructuras energéticas en Saná.
En una escalada inédita del conflicto en Medio Oriente, Israel llevó a cabo bombardeos estratégicos en Yemen, dirigidos contra objetivos clave controlados por los rebeldes hutíes. Estos ataques, realizados el 19 de diciembre de 2024, responden a un misil balístico lanzado desde Yemen que impactó cerca de Tel Aviv, lo que marcó un hito en la intensificación de las tensiones entre ambas partes.
Detalles del conflicto
Las fuerzas israelíes atacaron Saná, la capital yemení bajo control hutí, y la ciudad portuaria de Hodeida, uno de los principales centros logísticos en el Mar Rojo. El gobierno israelí ha señalado que los bombardeos buscaron neutralizar capacidades militares y logísticas críticas utilizadas por los hutíes para sus operaciones ofensivas. Los ataques dejaron al menos nueve muertos y daños importantes en instalaciones energéticas y de transporte en Yemen, agravando una situación humanitaria ya devastadora por años de conflicto interno.
Por su parte, los rebeldes hutíes justificaron su ataque a Israel como un acto de solidaridad con la Franja de Gaza, en el marco del conflicto israelí-palestino. Además, la escalada en el uso de armas balísticas y drones hutíes en el Mar Rojo ha generado serias preocupaciones sobre la seguridad de la navegación en una de las rutas comerciales más transitadas del mundo.
Tensiones geopolíticas
Este episodio tiene ramificaciones profundas en la ya compleja dinámica geopolítica del Medio Oriente. Yemen, considerado un punto crítico debido a su ubicación estratégica cerca del estrecho de Bab el-Mandeb, se ha convertido en un teatro clave en las tensiones entre Irán, quien respalda a los hutíes, y los aliados occidentales liderados por Estados Unidos e Israel.
La implicación de Israel en el conflicto yemení representa un cambio en la estrategia militar del país, que hasta ahora había mantenido sus operaciones centradas en otras áreas del Medio Oriente. Este movimiento subraya la creciente percepción de amenaza regional que representa la alianza entre Irán y los hutíes, particularmente en términos de su capacidad para interrumpir rutas de comercio y lanzar ataques más allá de las fronteras yemeníes.
Impacto en el comercio internacional
El Mar Rojo es una vía crucial que conecta Asia, Europa y África, y alberga aproximadamente el 12% del comercio marítimo mundial. La posibilidad de interrupciones en este corredor, derivadas de los recientes ataques y la escalada de tensiones, podría desencadenar consecuencias significativas, incluyendo:
Incremento en los costos de transporte marítimo: Las primas de seguros para los buques que transiten por el Mar Rojo podrían aumentar debido al alto riesgo de ataques o bloqueos.
Alteración en las cadenas de suministro: Los retrasos y desvíos de mercancías podrían afectar a sectores clave como el energético, ya que el petróleo y el gas representan una gran parte del comercio que cruza la región.
Cambios en las rutas comerciales: Empresas navieras podrían optar por rutas alternativas, como rodear el continente africano, lo que aumentaría costos y tiempos de tránsito.
Implicaciones para Colombia
Aunque el comercio exterior colombiano no depende directamente de las rutas del Mar Rojo, los efectos indirectos de esta crisis podrían sentirse a nivel global, ya que pueden tener efectos indirectos, como el aumento de los costos de flete y retrasos en la cadena de suministro. Colombia, que tiene una creciente relación comercial con mercados en Asia y Europa, podría enfrentar desafíos en términos de costos más altos.
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