El sector del transporte por mar está en una etapa histórica con la disolución de la alianza 2M entre Maersk y MSC, las dos empresas navieras más importantes del mundo. Esta separación señala el comienzo de una intensa competencia por controlar el mercado de contenedores y conlleva transformaciones importantes para los operadores logísticos y los clientes. La repercusión en la cadena de suministro y las decisiones de las empresas será significativa, transformando las tácticas de transporte y logística a escala global.
Una separación inevitable
A lo largo de décadas, Maersk encabezó el sector con su enfoque organizado y claro. MSC, con su estrategia de crecimiento agresivo, ha optado por funcionar sin asociaciones, en cambio, Maersk ha optado por la integración logística con su recién formada asociación, Gemini Cooperation, en colaboración con Hapag Lloyd.
Esta separación tiene significativas repercusiones en el comercio mundial, dado que la relación entre las dos empresas nunca fue completamente armoniosa. Desde su creación, MSC ha funcionado como una empresa familiar con un proceso de toma de decisiones rápido y privado, en cambio, Maersk, en su papel de empresa de bolsa, siempre ha mantenido un estándar de transparencia y cumplimiento de tiempos establecidos. Con el paso del tiempo, estas discrepancias en la administración se volvieron visibles, generando conflictos en la alianza 2M y perjudicando la calidad del servicio.
Estrategias en choque
La estrategia de MSC se ha enfocado en el desarrollo mediante la compra de una amplia flota de embarcaciones, muchos de estos adquiridos de segunda mano. A partir de 2020, la empresa ha comprado 405 embarcaciones, con una capacidad total de 1,7 millones de TEUs (contenedores de 20 pies), lo que equivale a toda la flota de Evergreen Line, el séptimo mayor transportista de contenedores a nivel global. Actualmente, MSC cuenta con 886 embarcaciones y cuenta con 132 pedidos adicionales en proceso de construcción.
En contraposición, Maersk ha elegido una estrategia distinta, centrada en la mejora de las rutas y la disminución de las escalas en los puertos. Con el establecimiento de la alianza Gemini, la empresa aspira a proporcionar un servicio más seguro y previsto. La inversión en infraestructura portuaria y la incorporación de servicios de logística han jugado un papel crucial en este procedimiento. Maersk ha invertido más de 3.000 millones de dólares en la optimización de sus terminales en puertos clave como Róterdam y Tánger, con la meta de acelerar la carga y descarga de contenedores y reducir los retrasos. En la actualidad, Maersk maneja 722 embarcaciones y cuenta con 51 responsables en el sector de la construcción.
Consecuencias para el comercio global
La rivalidad entre estos dos gigantes ya está ejerciendo un efecto considerable en las tarifas y la fiabilidad del servicio. MSC ha empezado a proponer precios inferiores a la media del mercado en rutas fundamentales, como la desde China hasta Europa, lo que podría provocar una guerra de precios con repercusiones a largo plazo para la industria. En ciertos mercados, la reducción de las tarifas ha sido del 20%, lo que favorece a los clientes a corto plazo, pero amenaza la rentabilidad de los transportistas si la demanda no se sostiene en equilibrio.
Otra cuestión a tener en cuenta es el efecto en la fiabilidad de las entregas. Aunque Maersk intenta incrementar su tasa de puntualidad mediante la disminución de escalas y la optimización de rutas, MSC continúa eligiendo llenar sus embarcaciones al máximo antes de partir, lo que a veces causa demoras. En la actualidad, la confiabilidad de los horarios en el sector se sitúa alrededor del 60%, distante del 85% que se observaba antes de la pandemia. Maersk tiene la intención de llegar al 90% con su nueva estrategia, aunque esto implicará gastos extra en combustible y tarifas portuarias.
El futuro de la industria naviera
El porvenir del transporte marítimo de contenedores se determinará por diversos elementos, entre ellos, el cambio en las tarifas, la estabilidad geopolítica y la habilidad de las empresas para adaptarse. Con el incremento de nuevos barcos en 2025 y la incertidumbre respecto al comercio mundial, la industria se encuentra ante una etapa de significativas transformaciones. Por otro lado, MSC se mantiene leal a su estrategia de funcionar de manera autónoma y fortalecer su liderazgo en habilidad. Con una estimación de reservas de dinero en 73.000 millones de dólares, la empresa cuenta con el margen para efectuar compras estratégicas que fortalezcan su lugar en el mercado. En contraste, Maersk posee 22.300 millones de dólares en efectivo, en cambio, Hapag Lloyd cuenta con 4.830 millones.
Se ha iniciado la enorme batalla marítima y el desenlace estará sujeto a quién consiga capturar la 'ballena blanca' del comercio global.
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