De acuerdo con las cifras de la cámara Fedemol de la Andi, la industria molinera compra el 99,4% del trigo, en especial a Estados Unidos y Canadá.
En el marco del ‘Seminario de logística y fletes’, organizado por el U.S. Wheat Associates, la organización de desarrollo del mercado de exportación de trigo de Estados Unidos, en Bogotá, se estimó que Colombia continúa siendo uno de los principales mercados de importación de trigo.
De acuerdo con la Cámara Fedemol de la Andi, entender las dinámicas de importación de trigo contribuiría en la reducción de la inflación.
Por esta razón, el sector se ha visto impactado por diferentes desafíos logísticos mundiales como el aumento en el costo de los fletes, la congestión portuaria, el aumento en el precio del combustible y las nuevas regulaciones para reducir emisiones de gases de efecto invernadero que están empezando a aplicarse a los barcos que transitan por los mares del mundo.
Según Pilar Ortiz, directora ejecutiva de la Cámara Fedemol de la Andi, “entender los desafíos a los que se enfrenta el sector, especialmente en temas logísticos, es clave para poder ayudar a reducir la inflación y así beneficiar a los consumidores”.
Adicionalmente, aseguró que, en Colombia, el trigo es fundamental para la seguridad alimentaria y nutricional. Por ejemplo, un producto básico de la alimentación de los colombianos es el pan y la pasta y su principal ingrediente es la harina de trigo.
"Nadie se imagina lo que hay detrás de la elaboración del pan y de la pasta, es una cadena de suministro con muchos desafíos porque depende de las dinámicas internacionales”, dijo Ortiz.
Por otro lado, Miguel Galdós, director regional de U.S. Wheat Association, mencionó que Colombia continúa siendo uno de los principales mercados de importación de trigo de Estados Unidos, por lo que es clave poner mayor atención a las relaciones de los comerciantes y compradores, no solo de este país sino con Ecuador, Perú o Chile, para evaluar las alternativas de cargos combinados y así lograr eficiencias logísticas que tengan un impacto positivo en los consumidores.
“Solo el 45% de los embarques de un commodity como el trigo, que se despachan a la región vienen full cargados, es decir, clientes que pueden comprar un barco completo. El 55% de los compradores de trigo no pueden hacer esto, por lo que compran cargas parceladas, y la forma más eficiente de comprar cargas es unirse con otros actores compradores de diferentes países o diferentes commodities como trigo, soya o de maíz”, manifestó Galdós. A su turno, Alexei Pinedo, director ejecutivo de APS Brokers, agregó que Colombia, al igual que otros países de Sudamérica como Perú y Ecuador, tienen muchos compradores de trigo que dependen, no solo de su precio sino también de su calidad y del origen. Sobre esto, el experto recomendó a las molineras de trigo de Colombia poder coordinar barcos completos para los compradores colombianos.
“Siempre van a existir oportunidades por el lado positivo, y riesgos marítimos por lado negativo. Igualmente, son más los beneficios logísticos y poder aprovechar la independencia logística ante situaciones de mercado”, finalizó.
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