Tras las declaraciones de Petro de una renegociación en el capítulo 10, AmCham Colombia pide cautela por impactos negativos para el país.
La propuesta del presidente Gustavo Petro de renegociar el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos ha generado un amplio debate entre diversos sectores. Las modificaciones sugeridas al acuerdo, que rigen desde 2012, buscan promover la industrialización y fortalecer la soberanía económica de Colombia. Sin embargo, expertos y gremios, como la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), advierten sobre los riesgos y desafíos de este proceso.
El TLC, vigente desde hace más de una década, facilita que 11.497 productos colombianos ingresen a Estados Unidos sin aranceles y se ha consolidado a este país como el principal socio comercial de Colombia. Sin embargo, el gobierno colombiano ha manifestado que ciertos capítulos del tratado, como el relacionado con la protección de inversiones (Capítulo 10), necesitan ajustes para garantizar mayor autonomía en la política económica nacional.
Postura de AmCham
AmCham Colombia ha señalado que el TLC incluye mecanismos de revisión, a través de la Comisión Administradora, que permiten ajustar cláusulas sin necesidad de renegociar el tratado en su totalidad. Según María Claudia Lacouture, directora de AmCham, abrir el tratado para una renegociación integral implica riesgos bilaterales, ya que Estados Unidos también podría solicitar cambios que impacten sectores sensibles para Colombia.
En particular, modificar disposiciones como las garantías de trato justo para los inversionistas podría desalentar la llegada de capital extranjero, afectando la imagen del país como destino de inversión. Además, cualquier cambio sustancial al tratado requeriría la aprobación del Congreso de EE.UU. UU., lo que podría prolongar y complicar el proceso.
Implicaciones de los políglotas
Impacto comercial y diplomático: Una renegociación podría repercutir en la confianza de los inversionistas y en las relaciones comerciales con Estados Unidos, considerando que este país representa el 25% del comercio exterior de Colombia.
Reciprocidad en demandas: Estados Unidos podría solicitar revisión en temas agrícolas, farmacéuticos o propiedad intelectual, lo que podría perjudicar sectores clave para Colombia.
Alternativas al enfoque actual: Expertos sugieren que, en lugar de renegociar, Colombia debería centrarse en fortalecer la competitividad de sus empresas, mejorar los procesos productivos y aprovechar mejores las oportunidades del tratado.
Perspectiva gubernamental
El presidente Petro ha defendido la necesidad de revisar el TLC para asegurar que las reglas del comercio internacional beneficien a Colombia. Entre los puntos críticos que ha planteado está la promoción de un modelo industrial más fuerte, en contraste con la dependencia de las exportaciones primarias.
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